La literatura juvenil o YA es como un granizado: refresca, es fácil
de digerir y te suele dejar un buen sabor de boca, ya que hay muy buenas historias, pero debido a la
abrumadora cantidad de títulos es necesario ser selectivos.
Este año he continuado con Richelle Mead. Por un lado he leído The Indigo spell, tercer libro del spin-off Bloodlines. Como de costumbre, contiene la
esencia Mead que tanto me cautivó en Vampire Academy, pero sigue sin llegar a su altura, al igual que el resto de entregas. Además, comencé a hacer mis pinitos en alemán con lecturas no adaptadas leyendo algunos de los libros de Vampire Academy, más concretamente el segundo y el tercero. Como único detalle comentar que no me gustan nada las portadas alemanas. La parte buena es que son fáciles de leer por el vocabulario y porque ya conocía la historia de antemano.
Allá por abril, con una excéntrica mezcla inglesa e italiana
nos llega la solterona Alexia Tarabotti, en la
saga de El protectorado del parasol. No obstante, después de Changeless y Timeless quedé algo empachada (por eso me gusta dejar pasar un tiempo entre los libros de una misma saga), así que proseguiré la saga en el 2014.
Como descubrimiento de este año, debo recomendar fervientemente a un autor alemán de literatura
infantil y no tan infantil: ¡Walter Moers! Este hombre rebosa
imaginación, y tiene el tipo de libros que me habría encantado leer durante la infancia, pero bueno, nunca es tarde para empezar. De su mano han caído La ciudad de los libros soñadores (¿te gustan los libros? ¿te gusta dejar vagar la imaginación y conocer criaturas fantásticas, a cual más alocada? ¿Carcajadas inevitables? Este libro es para ti entonces) y Die wilde Reise durch die Nacht. Muchos de sus libros están basados en el mundo imaginario de Zamonia y
están narrados por uno de sus escritores más famosos, el dragón
Hildegunst von Mythenmetz.
Los libros sobre viajes en el tiempo son fascinantes. Es muy fácil dejarse llevar por la emoción de poder experimentar en tus propias carnes otra época, y las aventuras que conllevan este tipo de libros. Entre eso y las reseñas, positivas en su mayoría, de Rubinrot, hicieron que me decidiera a leerlo. Dejando aparte dificultades lingüísticas, el libro me ha decepcionado bastante. La acción transcurre de manera muy lenta y los protagonistas no destacan especialmente (más bien todo lo contrario, me han exasperado en varias ocasiones), así que ha acabado siento una lectura más, del montón.
Para este nuevo año probablemente repita en este campo con casi todos los autores de este año, por lo que caen en la wishlist los siguientes libros de El protectorado del parasol, El maestro de las burujas y/o Las 13 vidas y media del capitán osoazul, y The Fiery Heart.
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