domingo, 28 de abril de 2013

Kinsale y el castillo de Blarney

Si queréis ir de visita por los alrededores de Cork, recomiendo pasar por el castillo de Blarney y la ciudad de Kinsale.

Castillo de Blarney

Se encuentra muy cerca de Cork,  y es fácilmente accesible en autobús.  Este castillo es conocido por su "piedra de la elocuencia", que es una de las piedras que forman el castillo, situada en lo alto, que supuestamente otorga el poder de la elocuencia a quienes la besan. Las leyendas sobre el origen de esta piedra son muchas, aunque algunos apuntan a que fue una bruja quien se la entregó a cierto rey hace ya varios siglos.
El castillo no es de los mejores conservados, pero desafortunadamente eso es algo común en Irlanda. No obstante, se pueden visitar algunas de las estancias vacías por dentro hasta subir a lo alto, donde te puedes contorsionar y desafiar a la gravedad hasta besar la piedra.







¿Visitar el castillo y ya? No señor, el complejo que rodea al castillo se presta a un magnífico paseo, donde se puede disfrutar de un lago, zonas boscosas interiores llenas de vegetación, y un jardín de plantas venenosas. Explorar todo lo que puede ofrecer es una buena forma de pasar el día.


El jardín de plantas venenosas muestra una gran variedad de muestras, algunas encerradas en jaulas para evitar tentaciones de turistas curiosos, e incluyen una explicación con la historia de la planta y sus magníficas propiedades.

Lo único no recomendable de este bonito lugar es su precio (10 € para estudiantes, 12 € entrada normal)

He de mencionar que además del castillo, en Blarney se puede encontra el Blarney Woollen Mills, una tienda enorme donde poder comprar todo lo que te puedas imaginar que esté hecho de lana, además de otros objetos decorativos y/o orientados a turistas. Con la excusa de que las cosas están "hechas a mano" y el precio de la lana, comprar ciertos regalos allí puede resultar bastante caro, pero merece la pena al menos echarle un vistazo a la tienda.


Kinsale

¿Queréis ver un pueblo tradicional irlandés? Acercaos entonces a Kinsale, una ciudad a 30 kilómetros de Cork. Pequeñas tiendas tradicionales, callejones, un puerto, playa (aunque no se pueda disfrutar mucho, teniendo en cuenta la cantidad de días soleados que disfruta esta región)... Kinsale es una buena opción para pasar el día. Y si disponemos de coche, nada mejor que acercarse al Kinsale Head y disfrutar de las vistas.







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