Kinsale y el castillo de Blarney

Si queréis ir de visita por los alrededores de Cork, recomiendo pasar por el castillo de Blarney y la ciudad de Kinsale.

Castillo de Blarney

Se encuentra muy cerca de Cork,  y es fácilmente accesible en autobús.  Este castillo es conocido por su "piedra de la elocuencia", que es una de las piedras que forman el castillo, situada en lo alto, que supuestamente otorga el poder de la elocuencia a quienes la besan. Las leyendas sobre el origen de esta piedra son muchas, aunque algunos apuntan a que fue una bruja quien se la entregó a cierto rey hace ya varios siglos.

El castillo no es de los mejores conservados, pero desafortunadamente eso es algo común en Irlanda. No obstante, se pueden visitar algunas de las estancias vacías por dentro hasta subir a lo alto, donde te puedes contorsionar y desafiar a la gravedad hasta besar la piedra.

¿Visitar el castillo y ya? No señor, el complejo que rodea al castillo se presta a un magnífico paseo, donde se puede disfrutar de un lago, zonas boscosas interiores llenas de vegetación, y un jardín de plantas venenosas. Explorar todo lo que puede ofrecer es una buena forma de pasar el día.

El jardín de plantas venenosas muestra una gran variedad de muestras, algunas encerradas en jaulas para evitar tentaciones de turistas curiosos, e incluyen una explicación con la historia de la planta y sus magníficas propiedades.

Lo único no recomendable de este bonito lugar es su precio (10 € para estudiantes, 12 € entrada normal)

He de mencionar que además del castillo, en Blarney se puede encontra el Blarney Woollen Mills, una tienda enorme donde poder comprar todo lo que te puedas imaginar que esté hecho de lana, además de otros objetos decorativos y/o orientados a turistas. Con la excusa de que las cosas están "hechas a mano" y el precio de la lana, comprar ciertos regalos allí puede resultar bastante caro, pero merece la pena al menos echarle un vistazo a la tienda.

Kinsale

¿Queréis ver un pueblo tradicional irlandés? Acercaos entonces a Kinsale, una ciudad a 30 kilómetros de Cork. Pequeñas tiendas tradicionales, callejones, un puerto, playa (aunque no se pueda disfrutar mucho, teniendo en cuenta la cantidad de días soleados que disfruta esta región)... Kinsale es una buena opción para pasar el día. Y si disponemos de coche, nada mejor que acercarse al Kinsale Head y disfrutar de las vistas.

The Walking Man

Ésta fue una de las sorpresas de la primera visita a Múnich. No te encuentras todos los días un hombrecillo blanco gigante así de sopetón mientras vas caminando por la calle. Se encuentra enfrente de las oficinas de Munich Reinsurance (puesto que fueron los mismos los que la mandaron construir) desde 1995 (parada de U-bahn: Giselastrasse), y fue diseñada por el arquitecto americano Jonathan Borofsky. El muñequito mide 17 metros, está hecho de acero en el interior, y fibra de vidrio en el exterior.  

Si queréis ver más imágenes de su proceso de construcción, podéis visitar la página del autor.

Los "famosos" de Irlanda

Y he aquí otra entrega de famosos, del mismo estilo que la anterior.

Y los nominados para el post son...

CIENCIAS

Robert Boyle

Fue un verdadero amante de las ciencias. Vivió durante el siglo XVII, y fue físico, químico, inventor y filósofo naturalista. ¿Por qué ha sido incluido en esta lista? Por ejemplo, por su ley de Boyle, que muy probablemente hayáis estudiado durante la ESO. 

Sir George Stokes

Con esa cara da un poco de   miedo...

No podía dejar a este físico-matemático (y político y teólogo) del s. XIX fuera de la lista. Entre sus contribuciones más importantes figuran el Teorema de Stokes, y las ecuaciones de Navier-Stokes.

William Royal Hamilton

No, no estamos hablando de Fórmula 1. Este científico del siglo XIX hizo grandes contribuciones a los campos de la física, la astronomía y las matemáticas. Si echáis un vistazo por Internet tendréis acceso a sus aportaciones más relevantes. Aquí mencionaré, por ejemplo, su reformulación de la mecánica de Newton, y la invención de los cuaterniones. 

LITERATURA

Jonathan Swift 

Más conocido por ser el autor de los Viajes de Gulliver (libro que por cierto, dejé en su día empezado, y espero retomar algún día)

Oscar Wilde

Uno de los escritores irlandeses más famosos, vivió durante el S.XIX, sus obras más conocidas son El retrato de Dorian Gray, y algunos de sus cuentos cortos (altamente recomendados, si no los habéis leído), como El fantasma de Canterville. Escribió también poesía y obras de teatro.

James Joyce

Se le reconoce como uno de los autores más influyentes del S. XX, y su obra más conocida es Ulises, novela tremendamente extensa y densa de leer.

Bram Stoker 

Pensaba yo que Drácula era una obra más antigua, pero no. Este autor irlandés vivió durante la segunda mitad del siglo XIX, y parte del XX, y nos legó, aparte de su obra más conocida, un buen puñado de novelas e historias cortas.

Metiendo literatura un poco más moderna...

Marian Keyes

Si habéis leído un poco de chick-lit seguramente la conoceréis. Entre sus obras más conocidas se encuentran Sushi para principiantes, La estrella más brillante o Un hombre encantador. Más información en su web. 

Eoin Colfer

Muy conocido desde hace unos años en literatura juvenil, desde que creó la saga de Artemis Fowl.

Y así queda la lista de momento. Si encuentro más científicos/escritores famosos la iré actualizando. He de decir que no he tenido en cuenta a "famosos" nacidos en Irlanda del Norte, puesto que territorialmente pertenecen a Reino Unido. Si alguien tiene curiosidad, algunas de las personalidades descartadas hasta el momento incluyen a Lord Kelvin y CS Lewis.

Libros sobre viajes en el tiempo

Doctor Who es una serie de televisión británica que lleva 50 años emitiéndose al público. Dejando de lado si es una serie buena/mala o derivados, lo que sí es cierto es que se ha inspirado en muchas obras de ciencia ficción para crear sus historias. Hoy voy a comenzar hablando de una de sus facetas principales: los viajes en el tiempo, y algunos de los autores que haya leído que han tocado el tema a lo largo de los años.

¿Cómo se puede viajar en el tiempo? Con una máquina especial, una habilidad innata en los humanos, fruto de alguna mutación, o como fruto de la magia o fuerzas sobrenaturales. 

Comenzando por las máquinas, uno de los autores más destacados en este campo es H.G. Wells con su obra La máquina del tiempo, en la que un hombre construye una máquina del tiempo que le permite viajar 800 000 años en el futuro, encontrando una humanidad en decadencia. 

Siguiendo su estela, el autor español Félix J Palma escribió el primer libro de una trilogía, El mapa del tiempo, con el autor inglés como uno de los protagonistas. Prefiero no describir la trama con más detalle, puesto que sería un estropicio. En su lugar, recomiendo al lector que le dé una oportunidad y lo lea.

En esta lista no podía dejar de incluir a uno de mis autores favoritos, Asimov. En El fin de la eternidad, los viajes en el tiempo serán el tema central. Los Eternos tienen como labor vigilar el tiempo para poder arreglar los posibles desaguisados que se produzcan. Pero ¿qué ocurre si uno de ellos se enamora de alguien de otra época?

Además de esta novela, el autor trata el tema de los viajes temporales en algunas de sus historias cortas.

Cambiando el tema de los genes y los viajes en el tiempo, destaca La mujer del viajero en el tiempo, escrita por Audrey Niffenegger. En ella, el protagonista, debido a un gen, realiza viajes en el tiempo, sin ningún tipo de control sobre si viaja al pasado, al futuro, o cuántos años se puede desplazar. (Y hay una bonita historia de amor de por medio).

En literatura juvenil, tenemos la trilogía compuesta por Rubí, Zafiro y Esmeralda, de Kerstin Gier, en las que aparecen familias con este don, que se va pasando entre generaciones, y al parecer tienen una misión de por medio. Como no los he leído aún no digo más, siempre se puede acudir a Goodreads o alguna librería virtual para saber más sobre la trama.  

Por último, una forma sencilla de explicar los viajes en el tiempo es la magia, o la presencia de seres sobrenaturales. Así, nos encontramos con Harry Potter y el prisionero de Azkaban, con sus giratiempos, o El círculo de fuego, de Marianne Curley, donde los protagonistas deben adentrarse en la Edad Media para acabar con una maldición. Por último, la trilogía de Los Guardianes en el tiempo, de la misma autora, donde hay unos guardianes elegidos para viajar a determinadas épocas del tiempo y arreglar los problemas que causan la diosa Caos y sus esbirros, intentando cambiar el pasado para que el futuro les sea más favorable.

Un último libro, que no sabría en qué categoría meter, es Matadero 5, de Kurt Vonnegut, en el que su protagonista, abducido por los aliens, también va viajando en el tiempo a distintas épocas de su vida.

Por supuesto, esta es sólo una mera fracción de los libros que han tratado este tema. Si queréis saber más dejo unos links a Goodreads, AbreteLibro y la Wikipedia , donde aparecen listas mucho más extensas. ¡Diana Gabaldon, Robert Heinlein, Mark Twain y muchos más autores os esperan!

Rothenburg ob der Tauber

Los pueblos pequeños tienen un encanto especial, con toque medieval en sus calles y aromas agradables por sus calles. En York fue olor a chocolate en un frío día de invierno, y aquí ha sido olor a leña, en un día de final de invierno que no hubiera envidiado a un día de diciembre (incluyendo unas pinceladas de  nieve y lluvia, que amenazaron con amargar el día a intervalos irregulares).

Rothenburg ha sido lo que se podría llamar "amor a primera vista". Viendo fotos por Internet, y viendo que estaba en Baviera, decidí que este pueblo tenía que ser visitado, a toda costa. Aprovechando las vacaciones intersemestrales, y el Bayern ticket, nos plantamos allí un domingo de mediados de marzo. Y aquí viene la parrafada correspondiente, por si alguien pasa y siente curiosidad por visitarlo.

Dónde está

Comencemos por el principio. Rothenburg es un pueblo lleno de historia a sus espaldas, con poco más de once mil habitantes, situado en la zona noroeste de Baviera, al sur de Alemania. Es uno de los pueblos que forman parte de la Ruta Romántica, y se puede llegar a él fácilmente (bueno, dos transbordos de tren y unas tres horas de viaje) desde Múnich. La estación de tren se encuentra a unos 5-10 minutos de la ciudad. Si vais sin mapa es una buena idea hacerle una foto al que hay en los alrededores de la estación, para poder llegar a la Oficina de Turismo sin problemas (oficina que, por cierto, se encuentra cerrada los domingos, con un stand de mapas fuera al estilo "sírvase usted mismo". Viva Baviera.).

Qué ver

Como la ciudad es pequeña, se puede visitar toda en un día. El Ayuntamiento, iglesias varias, el museo criminal medieval... al pasear entre sus calles os podréis deleitar con las maravillosas casitas medievales, cada una de un color, muy bien pintadas y conservadas (de las cuales recibiréis una inundación de fotos al final del post). Y como colofón final, una visita a los jardines del castillo, para disfrutar de las buenas vistas en los alrededores de la ciudad, y la muralla. Cuidado con esta última, pues está llena de escalones empinados y de subidas y bajadas algo irregulares. 

Si el lector es goloso, podrá además picotear en alguna de las numerosas pastelerías que tiendan a los paseantes en las calles centrales de la ciudad. (Las Schneeball son típicas de esta ciudad). 

Si además pernoctáis en la ciudad, por Internet recomiendan tomar la Night Watchman's Tour, en la que, durante una hora, se visitan distintas partes de la ciudad, mientras el guía, vestido con ropas medievales, va contando la historia y anécdotas del pueblo.

Una de las cosas que más me llamó la atención durante la visita fue la cantidad de turistas japoneses. Los menús de los restaurantes, los carteles de las tiendas, ¡estaba todo en japonés! Y de los letreros que poblaban parte de la muralla, una parte considerable estaba en japonés, con nombres de personas o ciudades. ¿Por qué? Según la Wikipedia, la presencia de tanto japonés se debe al anime "A little Snow Fairy Sugar" ,  o ちっちゃな雪使いシュガー ), y se ve que con los años la fama de la ciudad ha ido aumentando más y más. La presencia de los carteles japoneses en la muralla se debe a la reconstrucción de la misma después de su destrucción por los americanos durante la Segunda Guerra Mundial. Los carteles indican quiénes han sido las personas/entidades/ciudades que han donado dinero para esa reconstrucción. 

Para finalizar, dejo unos artículos con más información y fotos sobre la ciudad, y una pequeña muestra fotográfica personal de la ciudad.

• 101 Lugares Increíbles
• Wikipedia
• Suburbans crawl
• Nbcnews
• Travels with Andy

La costa de Irlanda del Norte: la calzada de los gigantes (y the dark hedges)

En la costa de Irlanda del Norte es donde se pueden encontrar los mejores paisajes. Lo que hicimos para poder disfrutar de las vistas fue coger un coche de alquiler y recorrernos gran parte de la costa de la zona, atravesando pueblos, carreteras costeras y cuestas imposibles entre ovejas.

Seguimos así hasta alcanzar primero Torr's Head,  punto conocido por ser el más cercano a Escocia (de hecho si hace buen tiempo es posible verlo a lejos), en una verde zona llena de ovejas (aunque bueno, creo que con esta escueta descripción podría estar referenciando cualquier punto de Irlanda), al lado de un edificio abandonado. 

Eso del fondo es Escocia

Proseguimos hasta el norte hasta llegar a la Calzada de los Gigantes (aka The Giant's Causeway). Como personas llenas de suerte, el día se había ido tornando cada vez más nublado, y al llegar al pueblo al lado de esta maravilla natural estaba ya lloviendo a mares, por lo que tuvimos que realizar una visita exprés. Es necesario o coger un autobús que te deja cerca del Recinto de Visitantes de la calzada, o dejar el coche en el parking de este sitio para poder acceder. En cualquiera de los dos vas a tener que pagar.

La calzada se divide en varias partes: la bota del gigante, el órgano, las columnas de basalto...

Se debería llamar "La babucha del gigante"...

El órgano

El paseo se puede rematar con una subida a la cima de la elevación por una empinada escalera. De nuevo, decir que si el tiempo acompaña merece la pena subirlas.

-Dunlice Castle. Desafortunadamente, la mayoría de castillos de Irlanda se encuentran parcialmente derruidos y abandonados. Para entrar a las ruinas del castillo y a una cueva a pie de playa es necesario pagar, pero se pueden obtener buenas vistas también desde fuera.

Ya de vuelta a Belfast aprovechamos para pasar por las Dark Hedges. 

Es una pequeña carretera rodeada de árboles cuyas nudosas ramas se han ido acercando o entrelazando a lo largo de los siglos, dándole un aspecto ligeramente siniestro. La cosa mejoraría si a ambos lados de este "pasillo" no hubiera campos labrados, o si la espesura de los árboles fuera mayor. (Ojo con el acento que tienen en esa zona, es bastante frustrante de entender).

Y así acabó un nublado y lluvioso día de verano. Al día siguiente tocaría visitar Belfast, y un largo viaje de vuelta a Cork.